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Problemas de conducta

Problemas de conducta

Se define como un patrón recurrente de conducta negativista, desafiante, desobediente y hostil dirigido a las figuras de autoridad, y que tiene una duración de al menos 6 meses, caracterizada por un enfrentamiento continuo con los adultos y con todas aquellas personas que tengan algún rasgo de autoridad en especial dentro de la familia y de la escuela.

Los trastornos de conducta suponen uno de los problemas más frecuentes en la infancia y adolescencia por los que muchas madres y padres realizan consultas al psicólogo infantil. La discapacidad intelectual y enfermedad mental, tanto en los adultos como en otras etapas de la vida, también pueden ir asociadas con frecuencia a problemas de conducta.

¿Qué condiciones contribuyen a la aparición de trastornos de conducta?

Las condiciones que contribuyen al desarrollo del trastorno de la conducta se consideran que son multifactoriales, lo que significa que muchos factores contribuyen a la causa. Las pruebas neuropsicológicas han demostrado que los niños y adolescentes con trastornos de la conducta tienen un deterioro en el lóbulo frontal del cerebro que interfiere con su capacidad para planear, evitar el daño y aprender de experiencias negativas. Se considera que el temperamento en la infancia tiene una base genética. Los niños o adolescentes a quienes se consideran que tienen un temperamento difícil tienen más probabilidades de desarrollar problemas conductuales. Los niños o adolescentes de ambientes de hogares desfavorecidos, disfuncionales y desorganizados tienen más probabilidades de desarrollar trastornos de la conducta, aunque se puede encontrar en todos los grupos socioeconómicos. Se ha encontrado que los problemas sociales y el rechazo del grupo de pares contribuyen a la delincuencia. El estatus socioeconómico bajo ha sido asociado con los trastornos de la conducta. Los niños y adolescentes que exhiben comportamientos delincuentes y agresivos tienen perfiles cognitivos y psicológicos distintivos cuando se comparan con niños con otros problemas mentales y grupos de control. Todos los factores contribuyentes influyen en cómo los niños y adolescentes interactúan con otras personas.

La mayoría de síntomas vistos en niños con trastorno de la conducta ocurren también a veces en niños sin este trastorno. Sin embargo, en niños con trastorno de la conducta, estos síntomas ocurren con más frecuencia e interfieren con el aprendizaje, ajuste escolar, y, algunas veces, con las relaciones del niño con otros.

¿Cuáles son los síntomas más comunes del trastorno de conducta?

Los 4 grupos principales de comportamientos son los siguientes:

  • Conducta agresiva:
    • Comportamiento intimidatorio
    • Acoso
    • Peleas físicas
    • Crueldad con otros o con animales
    • Uso de armas
    • Forzar a alguien a actividad sexual, violación o acoso sexual
  • Conducta destructiva:
    • Vandalismo
    • Destrucción intencional de la propiedad
    • Incendio provocado
  • El comportamiento deshonesto:
    • Mentir
    • Robar
    • Hurto en tiendas
    • Delincuencia
  • Violación de reglas:
    • Ausentismo escolar
    • Escapar
    • Burlas
    • Maldades
    • Actividad sexual muy temprana

¿Cómo tratamos los problemas de conducta en Neuron Psicología?

  • Asesoramiento y pautas a la familia. El profesional de referencia del niño acompaña a las familias ofreciéndoles pautas y herramientas encaminadas a aprender a manejar el comportamiento del hijo y mejorar así el clima familiar. Ante algunos casos se ofrece la posibilidad de que el profesional se desplace al domicilio familiar para la observación y posterior intervención de las dificultades.
  • Asesoramiento y pautas a la escuela. El mismo profesional se dirige a la escuela para ofrecer un servicio de ayuda diseñado de forma individualizada para cada caso, detallando un plan de actuación a desarrollar desde la escuela, con intervenciones eficaces y específicas ante los problemas de comportamiento que puedan darse en la escuela. Si es necesario se llevan a cabo sesiones de observación directa en la escuela.
  • Reeducaciones conductuales. Cuando el niño presenta dificultades académicas, además de sus dificultades conductuales, conviene llevar a cabo un trabajo reeducativo encaminado a la mejora de su conducta ante la tarea escolar. En estas reeducaciones se trabaja, además del comportamiento, las competencias para el aprendizaje, estrategias de estudio y organización. Los profesionales encargados de llevar a cabo esta reeducación son expertos en niños y jóvenes con trastornos de la conducta y el manejo del comportamiento difícil.