La psicología deportiva es el estudio científico del comportamiento humano asociados con la participación y el rendimiento en el deporte. Además, esta derivación también estudia la relación entre cualquier actividad física y el bienestar físico y personal.
En los últimos diez años, la psicología ha pasado de “estar en el banquillo” a obtener la titularidad en casi todas las disciplinas.
Concretamente en el ámbito deportivo, los atletas son cada vez más conscientes de la importancia de potenciar todas sus capacidades para alcanzar sus objetivos, y cómo, con la ayuda de un equipo multidisciplinar de profesionales pueden llevar su rendimiento a otro nivel sin este hecho les suponga un desgaste emocional con consecuencias devastadoras.
Los deportistas de élite viven situaciones de mucha presión y no hay duda de que les afecta en su vida diaria. Aprender a controlar los impulsos, la ansiedad competitiva, la autoexigencia o la frustración ante cualquier tipo de lesión, son puntos clave para su salud emocional.
Por su parte, la afición, los medios de comunicación, los equipos que ofrecen contratos millonarios o las marcas que invierten ingentes cantidades de dinero en determinados deportistas de élite, son agentes externos que ejercen una gran presión y que esperan un rendimiento de los mismos a un nivel estratosférico.
Pero, ¿cómo afrontan esta presión? ¿Existen estrategias o herramientas para que la presión no les hunda?
Factores psicológicos en el rendimiento deportivo
Pocos dudan ya de la importancia de los factores psicológicos en el rendimiento. Cada vez un mayor número de deportistas, equipos entrenadores o técnicos contratan los servicios de un psicólogo deportivo que les proporcionará herramientas científicamente probadas para alcanzar sus objetivos.
Estas herramientas incidirán por ejemplo en la modificación de la conducta, en la mejora del autocontrol, la activación y concentración o la importancia de la cohesión grupal a través de ciertas fases de intervención: una educativa, otra destinada al entrenamiento de habilidades determinadas, y una última sobre la puesta en práctica de dichas habilidades en el entrenamiento y la competición.
El funcionamiento psicológico de un atleta es igual de importante para su rendimiento que el funcionamiento físico, técnico y estratégico.
Controlar y encaminar el aspecto mental en la dirección correcta es crucial, por ello, es importantísimo que la preparación psicológica se integre como una parte esencial del engranaje del deportista.
A continuación, te explicamos una serie de beneficios de la psicología deportiva. Si quieres convertirte en todo un experto, sigue leyendo y consulta nuestro curso universitario de especialización en activación, estrés y ansiedad en el deporte.
5 Beneficios de la psicología deportiva
- Aumentar la concentración. La concentración es importante para la consecución de ciertas actividades deportivas y a nivel de competición puede ser determinante para alcanzar el éxito.
- Incrementar la autoconfianza. Reforzar la autoestima y confianza de los jugadores es uno de los principios básicos para mantener su motivación alta y llevar a cabo la consecución de objetivos.
- Gestionar la presión. Aprender a gestionar la presión y las expectativas es esencial para que los fallos o “malos” resultados no se conviertan en un problema.
- Control del estrés. Pese a ser necesaria la existencia de cierto nivel de estrés, éste puede ser un factor castrador del rendimiento. Aprender a gestionar el estrés a través de la psicología deportiva contribuirá de forma directa en la mejora de su estilo de vida.
- Soporte y acompañamiento en la recuperación de lesiones. La lesión suele ser uno de los momentos más difíciles en la vida de un deportista. Aceptar la lesión como parte inherente de la vida de un atleta, la motivación durante la rehabilitación y el apoyo psicológico durante este proceso ayudarán al deportista a gestionar la ira, el dolor y la frustración, y a utilizar estos sentimientos en su propio beneficio.