La pandemia de Covid-19 ha traído consecuencias negativas en múltiples ámbitos a nivel mundial, pero una de las más importantes y, a su vez, más invisibilizadas, ha sido el detrimento de la salud mental en la población. Y, si bien es cierto que esta situación se ha visto reflejada a nivel generalizado en individuos de todas las edades, las investigaciones realizadas al respecto han señalado a los más jóvenes como los más afectados.

Así pues, según las estadísticas, la pandemia de Covid-19 ha deteriorado gravemente la salud mental y duplicado las urgencias psiquiátricas entre la población más joven, estableciéndose tras este fenómeno el suicidio como la principal causa de muerte en este grupo. Por otro lado, un estudio observó que el 63,9% de la población general aseguró sentirse más desanimada a raíz de la pandemia, aunque en este caso son los jóvenes de la Generación Z los más afectados: un 78,3% frente al 65,9% de los millennials.

Si ahondamos entre los factores que pueden llevar a que este deterioro de la salud mental sea más acusado entre los más jóvenes, es importante destacar la incertidumbre a la que esta generación se encuentra en el ámbito profesional. La dificultad para encontrar empleo, la precariedad de los contratos laborales y la incertidumbre en el ámbito profesional, ya eran problemas por los que se veían afectados previamente; sin embargo, todas estas circunstancias se han visto ensalzadas en los últimos meses.

Ello, unido al deterioro de las relaciones personales, de la incapacidad de vivir experiencias ‘normalizadas’ como viajar, ir a conciertos o simplemente asistir a clase en una época dónde cada experiencia suma en la construcción de la identidad propia y de la personalidad de cada individuo, ha hecho que las generaciones más jóvenes sientan que han perdido muchas oportunidades y experiencias en estos casi dos últimos años.

Todo ello se ve agravado con la falta de recursos de atención a la salud mental y la excesiva medicalización de problemas psicológicos comunes como la ansiedad y la depresión, que conlleva irremediablemente a una cronificación de estos estados de desesperanza y angustia.