Lo habitual es que relacionemos el verano con el sol, la playa y la tranquilidad. Sin embargo, esta etapa del año no es bienvenida por todos, ya que son muchas las personas para las que no es sinónimo de relajación y bienestar, sino que más bien les genera emociones negativas, ansiedad y estrés. En este post te contamos cuáles son las razones por las que puede darse esta situación y te indicamos una serie de consejos para prevenirla. Si eres de esas personas que espera la época estival con pocas ganas, ¡toma nota!

¿Por qué aparece la ansiedad en verano?

Los cambios de estación o de tiempo afectan al organismo. Es por eso que, con la llegada de las altas temperaturas, nuestro cuerpo tiene que realizar un sobreesfuerzo para mantenerse activo. Este trabajo extra provoca irritabilidad, fatiga e incluso agresividad. Además, el calor también es el causante de otros síntomas como el insomnio, la confusión, la sudoración excesiva, la dificultad para concentrarse o el descenso en el rendimiento.

Sin embargo, estos no son los únicos factores que influyen en la aparición de ansiedad durante el verano. La presión social es otro de ellos. Aunque estemos de vacaciones, el no tener planes todos los días o comparar nuestra agenda estival con la de otras personas puede significar un fracaso y, en consecuencia, generar agobio y desazón. A esto se le suma la a veces desesperante sensación de falta de productividad al permanecer quietos más de lo habitual.

Otro motivo por los que puede aparecer la ansiedad en verano es por el incremento de tiempo que pasamos conviviendo con nuestra pareja, padres o hijos. Aunque nos encontremos de vacaciones, esto puede dar lugar a conflictos que conllevarán un aumento de la irascibilidad y la angustia.

¿Cómo gestionar y combatir la ansiedad estival?

Si te identificas con estos síntomas, debes saber que es posible controlar esa ansiedad de forma sana. Para ello, te indicamos una serie de consejos que te ayudarán a lograrlo:

–        Evita bebidas energéticas o con cafeína, puesto que incrementan la sensación de aceleración y agitación.

–        Evita también el alcohol, ya que provoca un aumento de la temperatura corporal y la pérdida de líquidos.

–        Mantén una dieta sana y equilibrada rica en fruta y verduras. Olvídate de comidas procesadas y muy grasas. La dificultad en la digestión intensifica el agobio.

–        No realices actividad física intensa ni abuses de la exposición al sol, mucho menos en las horas centrales del día.

–        Usa prendas transpirables y ligeras.

–        No te exijas demasiado en cuanto a productividad. Cultiva la paciencia y la falta de prisa. Es totalmente aceptable disminuir el ritmo en los meses de más calor.

–        No planifiques al dedillo el verano. Déjate fluir por los planes que puedan ir surgiendo.

–        Desconecta de las redes sociales. Así evitarás la sobreexposición de tu vida privada y las posibles comparaciones con tus amigos y seguidores.

–        No le des importancia a detalles insignificantes. Es la mejor arma para evitar conflictos innecesarios.

–        Pon en práctica técnicas de relajación ante los primeros síntomas de ansiedad.

Todos estos tips servirán para que tu organismo gestione física y mentalmente la llegada del verano. Si notas que los síntomas se agudizan y te resulta difícil controlarlos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. El apoyo profesional es fundamental para construir una base sólida y sana que nos ayude a asumir responsabilidades y resolver conflictos.